martedì 30 dicembre 2008
domenica 28 dicembre 2008
Canción I
Canción
(Para Marta y Crucita)
Tengo un rosal en el alma, mil azucenas;
tengo un racimo de uvas, un campo en flor;
tengo una fuente risueña llena de sedas;
duerme un mar sosegado en mi corazón.
Hablan felices mis labios, mis ojos ríen;
sueñan mis sueños de día con el amor
y vienen los pajarillos hasta mi vida,
a oírla feliz cantaros esta canción.
(Para Marta y Crucita)
Tengo un rosal en el alma, mil azucenas;
tengo un racimo de uvas, un campo en flor;
tengo una fuente risueña llena de sedas;
duerme un mar sosegado en mi corazón.
Hablan felices mis labios, mis ojos ríen;
sueñan mis sueños de día con el amor
y vienen los pajarillos hasta mi vida,
a oírla feliz cantaros esta canción.
Ycíar
mercoledì 10 dicembre 2008
martedì 9 dicembre 2008
¡Feliz Navidad!
¡¡ Feliz Navidad !!
Sensuales y alegres
sonríen los aires.
Compiten estrellas
en belleza y luz.
Reparten los hombres
gestos diferentes.
Allá una campana repica al azul.
Se agacha una nube
para oír canciones.
El águila guiña un ojo al candor.
A un niño en la cuna abraza una madre
y a ambrosías huele y a pan del mejor.
Quisiera esta noche,
de rasgos dorados,
dormir, y que a mis sueños
les prestara Dios,
sus palmas divinas
y su faz celeste,
para ofreceros:
¡Salud...¡
¡Paz...!
¡Amor...!
Para Marta y Crucita con todo cariño
Ycíar
Sensuales y alegres
sonríen los aires.
Compiten estrellas
en belleza y luz.
Reparten los hombres
gestos diferentes.
Allá una campana repica al azul.
Se agacha una nube
para oír canciones.
El águila guiña un ojo al candor.
A un niño en la cuna abraza una madre
y a ambrosías huele y a pan del mejor.
Quisiera esta noche,
de rasgos dorados,
dormir, y que a mis sueños
les prestara Dios,
sus palmas divinas
y su faz celeste,
para ofreceros:
¡Salud...¡
¡Paz...!
¡Amor...!
Para Marta y Crucita con todo cariño
Ycíar
Aún
Aún
He leído una vez más hoy tus poemas
y mi corazón,ingenuo,
He leído una vez más hoy tus poemas
y mi corazón,ingenuo,
se ha envanecido.
-Piensa que es un niño.
Yo me coloco el pelo con la mano,
y ese gesto
aleja de mi alma las preguntas
y la abre,
la prepara para amarte,
para oírte hablar de besos y besarte.
He leído una vez más hoy tus poemas
y mis ojos, creídos,
se han entornado.
Se miran.
-Se sienten halagados.
Yo me coloco el pelo con la mano
y te ofrezco con gesto infantil
mis manos llenas
aún de rocíos,
aún de flores,
aún de tímido candor y de sabores...
Aún titubean mis labios indecisos
al entonar el cantar que bien me escribes,
y mi gesto se ladea,
y mi sonrisa se estremece
y te busca,
y... te desea.
-Piensa que es un niño.
Yo me coloco el pelo con la mano,
y ese gesto
aleja de mi alma las preguntas
y la abre,
la prepara para amarte,
para oírte hablar de besos y besarte.
He leído una vez más hoy tus poemas
y mis ojos, creídos,
se han entornado.
Se miran.
-Se sienten halagados.
Yo me coloco el pelo con la mano
y te ofrezco con gesto infantil
mis manos llenas
aún de rocíos,
aún de flores,
aún de tímido candor y de sabores...
Aún titubean mis labios indecisos
al entonar el cantar que bien me escribes,
y mi gesto se ladea,
y mi sonrisa se estremece
y te busca,
y... te desea.
Ycíar
lunedì 8 dicembre 2008
QUE NO SE VAYA...
Como una nube hermosa,
como una hiedra mansa,
como el agua del Porompi transparente,
así de fina, así de clara, así, en mi alma,
vive mi ilusión con la tuya entrelazada.
Como una flor silvestre,
como una brisa en calma,
como un monte acariciado por el cielo,
así, en mi alma, vive mi ternura con la tuya entrelazada.
Cuando dentro de un poema encuentro,
a veces, tu alma,
¿no te cuenta cuando vuelve cómo la trató mi casa?
Cuando mis dedos pasean por tu pelo y por tu cara,
¿no oyes cantar a mi dicha ni susurrar a mi entraña?
Que no se afee la nube,
que siga la hiedra mansa,
que el Porompi no se enturbie
y la ilusión… que no se vaya.
Mi ternura no es ternura sin la tuya entrelazada.
Ycíar
como una hiedra mansa,
como el agua del Porompi transparente,
así de fina, así de clara, así, en mi alma,
vive mi ilusión con la tuya entrelazada.
Como una flor silvestre,
como una brisa en calma,
como un monte acariciado por el cielo,
así, en mi alma, vive mi ternura con la tuya entrelazada.
Cuando dentro de un poema encuentro,
a veces, tu alma,
¿no te cuenta cuando vuelve cómo la trató mi casa?
Cuando mis dedos pasean por tu pelo y por tu cara,
¿no oyes cantar a mi dicha ni susurrar a mi entraña?
Que no se afee la nube,
que siga la hiedra mansa,
que el Porompi no se enturbie
y la ilusión… que no se vaya.
Mi ternura no es ternura sin la tuya entrelazada.
Ycíar
domenica 7 dicembre 2008
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